Estas son, sin duda, nuestras velas más valientes.
Formentera es una isla especialmente ventosa y el Hotel Teranka está a primera línea de mar; la colocación de nuestras velas fácilmente desmontables suponía un reto técnico, especialmente las velas del rooftop que eran las más expuestas a las inclemencias del tiempo.
Pero no solo se trataba de una hazaña técnica, también de un reto de diseño: nuestras velas debían integrarse en perfecta armonía con el entorno y la filosofía del hotel, que se describe como «una tierra de anclaje, donde atracar y dejarse envolver por la paz y el estilo de vida de la isla; un lugar donde desconectar del mundo y conectar con la tierra que pisamos, donde el lujo se funde con el entorno en lugar de contrastar con él».
Logramos ambos objetivos: En el patio que da acceso al hotel una de nuestras velas dio sombra mientras estuvo ahí expuesta a la escultura *Irma’s Dream* de Jaume Plensa, y en el rooftop, se creó un pop-up del renombrado restaurante japonés *Nobu Matsuhisa*.
Una vez definido el diseño, la ejecución fue fluida, ya que durante las obras de remodelación se habían previsto y preparado los puntos de anclaje para los postes y su instalación.
Nuestras velas no solo resisten con facilidad los vientos de la isla, sino que también pueden ser retiradas con facilidad por el equipo de mantenimiento al final de la temporada, cuando el hotel cierra hasta el siguiente verano.